Nativos digitales, esta expresión ha entrado en el lenguaje común para definir a los estudiantes del siglo XXI en cualquier discusión sobre la necesidad de introducir la competencia digital en la Escuela.
Es una expresión utilizada para argumentar que los niños, habiendo nacido en una era en la que los dispositivos digitales están disponibles y normalmente se usan, si no se abusa de ellos, ya tienen suficiente capacidad digital. Desafortunadamente no es así. Los jóvenes están familiarizados con la web y el lenguaje digital, pero en el 90% de los casos sus actividades online se limitan al uso de redes sociales, chats y aplicaciones de entretenimiento.
Si hacemos un paralelismo con la palabra nativo en el campo lingüístico, el nativo es un individuo capaz de comprender un idioma y sobre todo de hablar ese idioma, de expresarse correctamente, de producir contenidos de forma fluida y espontánea. Por lo tanto, es evidente que la expresión nativos digitales es muy engañosa. Los niños usan la tecnología de forma pasiva, corriendo el riesgo de crecer como clientes de los Grandes de la web. La competencia digital es otra cosa. Y las escuelas lo saben muy bien.
CERTIPASS, además de haber realizado programas específicos de enseñanza y certificación dirigidos a profesores y alumnos a partir de 7 años, apoya a las Instituciones educativas en proyectos financiados dedicados al desarrollo de la competencia digital en las escuelas.
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